Los ritmos cardíacos más elevados pueden ser una indicación de una función cardíaca deficiente y de un esfuerzo mayor de lo habitual en la capacidad del corazón para hacer circular la sangre. Esto puede indicar además condiciones de enfermedad cardíaca.
Desde el punto de vista del rendimiento, conocer las zonas específicas de entrenamiento de la frecuencia cardíaca puede optimizar la capacidad de nuestro cuerpo para adaptarse a los requisitos de rendimiento. La determinación de estas zonas se puede hacer a través de muchos métodos diferentes, incluyendo pruebas de VO2 o lactato, fórmulas y regímenes de entrenamiento generales. A continuación, es necesario controlar la intensidad para optimizar las posibilidades de éxito. Para controlar la intensidad existen varios métodos. El primero es el método de esfuerzo percibido, en el que se evalúa la percepción del esfuerzo que se realiza durante el entrenamiento. El acrónimo de este método es RPE (Rating of Perceived Exertion). La escala en la que se basa su percepción va de 1 a 10. Ver a continuación.
La escala se puede desglosar de la siguiente manera:
0: Nada
0.5: Muy, muy, fácil
1: Muy, fácil
2: Fácil
3: Moderado
4: Algo fuerte
5: Fuerte
6:
7: Muy fuerte
8:
9: Muy, muy, fuerte
10: Máximo
Como habrás notado, la escala aumenta de forma no lineal. La mayor parte de tu entrenamiento debe ser con un índice de esfuerzo percibido de 3. Las sesiones de entrenamiento diseñadas para aumentar la resistencia tendrán una puntuación de 4, las sesiones de entrenamiento diseñadas para aumentar la economía tendrán una puntuación de 5-6 y las sesiones de entrenamiento diseñadas para aumentar la velocidad tendrán una puntuación de 7-9. Como todo el mundo sabe, cuanto más trabajas, más aumenta tu ritmo cardíaco. Por lo tanto, si tiene los medios para comprobar su ritmo cardíaco, puede medir la intensidad de su trabajo y no tener que confiar sólo en la percepción. Los monitores de frecuencia cardíaca están diseñados para medir el esfuerzo.
Una vez que tenga un monitor de frecuencia cardíaca será necesario determinar sus zonas de frecuencia cardíaca de entrenamiento con pruebas de VO2 o lactato. El uso de una fórmula es fácil y simple pero puede proporcionar valores incorrectos que pueden ser hasta 15 latidos más altos o más bajos. No recomendamos utilizar este método. La zona de frecuencia cardíaca de entrenamiento se vuelve crítica cuando se trata de controlar la recuperación y aumentar la economía.