Ser proactivo significa asumir la responsabilidad de tu vida y de tus acciones en lugar de limitarte a observar cómo suceden las cosas.
Ser proactivo lleva tiempo, ya que tienes que considerar tus opciones, sopesar las alternativas y tomar tus propias decisiones para conseguir tus objetivos. Un comportamiento reactivo está influenciado por el entorno y las fuerzas externas.
Ser proactivo significa anticiparse a los problemas, buscar nuevas soluciones y dar lo mejor de ti. Ser reactivo, por el contrario, significa resolver los problemas cuando aparecen, no querer cambios y hacer el mínimo esfuerzo.
¿Estás siendo proactivo o reactivo? Revisa tu sistema GTD y tus listas de tareas. Cuántas de esas tareas han sido generadas por ti? Cuántas de ellas han sido impuestas por otra persona?
Para ser proactivo necesitas tener claros tus objetivos en la vida, y llevar a cabo acciones que te ayuden a conseguirlos. David Allen recomienda un modelo de 6 niveles para revisar tu propio trabajo y conseguir que tus acciones del día a día estén alineadas con tus objetivos a largo plazo.
Un nuevo año. Buen momento para revisar tus proyectos y acciones actuales. Cuántas de ellas están relacionadas con objetivos mayores en tu vida?