28 de marzo de 2012
Santiago, Chile
Asombrados.
Ésa es la única manera de describir la reacción que tendrán los futuros historiadores cuando miren hacia atrás y estudien la absoluta perversión que es nuestro sistema financiero global.
Vivimos en una época en la que un pequeño puñado de personas tiene sus dedos en un botón que puede conjurar billones de dólares, euros, yenes y renminbi de la nada. En Estados Unidos, todo se reduce a un solo hombre. Sólo uno.
Con una sola decisión, controla la palanca que domina toda la economía. Cuando controla el dinero, lo controla todo: los mercados financieros, los precios al consumidor, la percepción del riesgo, los hábitos de inversión, las tasas de ahorro, las decisiones de contratación, los aumentos de sueldo, la deuda soberana, la construcción de viviendas, etc. Un solo hombre.
Este sistema irracional y arrogante presupone por diseño que un banquero central es más inteligente que todos los demás; que los mercados son incapaces de determinar el riesgo y el valor apropiados; que es más eficaz que nosotros a la hora de asignar nuestro tiempo, capital y trabajo.
Los historiadores del futuro probablemente también se quedarán boquiabiertos cuando vean el tiempo que la gente permitió que el papel fiduciario sin valor y sin respaldo pasara por dinero. Es extraordinario que la mayoría de la gente hoy acepte alegremente como «valiosa» una abstracción digital de papel moneda controlada por un solo individuo.
Hace más de 5.000 años que se utilizó el primitivo dinero mercantil en Mesopotamia, y hace más de 3.000 años que empezaron a circular las monedas de metal. Durante más del 99,2% de la civilización humana, el dinero significó realmente algo… justo hasta 1971, cuando Richard Nixon puso fin a cualquier vínculo que quedara entre el dólar y el oro.
Desde entonces, el gobierno de los Estados Unidos se ha negado a reconocer los metales preciosos como dinero… y sin embargo, si los estados financieros del Tesoro son creíbles, el Tío Sam sigue teniendo 261.498.900 onzas troy de oro. Descartemos por ahora las posibilidades del tungsteno y supongamos que se trata de oro real. A los precios actuales, el valor sería de unos 437.000 millones de dólares.
Mientras tanto, la masa monetaria M2 en el último recuento era de unos 9,8 billones de dólares a fecha de 12 de marzo de 2012. Esto significa que aproximadamente el 4,46% de los dólares estadounidenses en circulación están «respaldados» por el oro, el resto respaldado por falsas promesas y buena voluntad.
En el Reino Unido, la Cuenta de Ecualización de Cambios del gobierno muestra 9.971.000 onzas troy de oro en los libros. Al valor de mercado actual (1.054 libras esterlinas) y la declaración más reciente del Banco de Inglaterra sobre los saldos y billetes de reserva (259.500 millones de libras), el suministro de oro de Gran Bretaña constituye aproximadamente el 4,05% de las libras en circulación.
En pocas palabras, el precio del oro tendría que aumentar entre 20 y 25 veces para que los activos de oro de los gobiernos de EE.UU. y Gran Bretaña coincidieran con el suministro de dinero en circulación.
Por cierto, muy pocos países tienen posiciones de oro significativas en comparación con sus suministros de dinero. Incluso Singapur, generalmente considerado como uno de los balances más sanos del planeta, tiene apenas un 2% de su oferta monetaria en oro.
(Sin embargo, Singapur tiene superávits presupuestarios constantes y controla dos fondos soberanos que gestionan el equivalente al 130% del PIB…)
Líbano es una excepción. Según las estadísticas del Banque du Liban, el valor de las tenencias de oro del Líbano equivale a casi el 50% de la masa monetaria del país. Además, los bancos libaneses suelen tener unos ratios de liquidez muy elevados y están dispuestos a abrir cuentas a la mayoría de las nacionalidades.
El problema del Líbano es que el país está muy endeudado: más del 100% del PIB.
Sin embargo, con 30.000 millones de dólares adicionales en reservas extranjeras en los libros (es decir, papel ajeno), el Líbano tiene capacidad para pagar más de la mitad de su deuda. Y hay una serie de empresas estatales que podrían privatizarse para generar aún más ingresos.
Sin embargo, dado lo sofisticado de la corrupción gubernamental en Líbano, es posible que estas soluciones nunca lleguen a producirse. Imagínese… el único lugar del mundo donde la moneda está realmente respaldada por algo se convierte en el siguiente zapato en caer.
Afortunadamente, hay otro lugar que merece la pena considerar. Por ahora, el oro sólo comprende alrededor del 5% de los 4.000 millones de dólares de la oferta monetaria de Mongolia. No es mucho. Pero lo importante es prestar atención a la tendencia.
Hace unos meses, el gobierno de Mongolia casi duplicó sus tenencias de oro hasta 3,5 toneladas. Este es un gran movimiento.
Dados los enormes recursos del país (carbón, cobre, oro, petróleo, uranio, etc.), Mongolia está llamada a convertirse en uno de los países más ricos del mundo. Y creo que podemos esperar que sigan cambiando las reservas de papel por el oro que ya está bajo su suelo.
Es posible que, si la tendencia se mantiene, las tenencias de oro de Mongolia respalden entre el 10% y el 25% de la masa monetaria del tugrik en pocos años. Durante el mismo periodo, las tenencias de oro en EE.UU., Reino Unido y Europa probablemente se reducirán a menos del 2% de sus suministros monetarios, que se inflan continuamente.
Además, las cuentas bancarias denominadas en la moneda mongola (tugrik) rinden un impresionante 13% a 15% para los ahorradores. En lo que respecta al papel, realmente puede valer la pena apostar por éste.
Lee más posts sobre El Hombre Soberano»