Si el cuello de una jirafa sólo tiene siete vértebras, ¿cómo es tan flexible?

Ciertas características del cuello de las jirafas les confieren una flexibilidad que rivaliza con la de cualquier Slinky. La primera característica es la forma en que se unen las vértebras del cuello, llamadas vértebras cervicales. Recuerda que las jirafas tienen siete de estos huesos, igual que nosotros. Sin embargo, las vértebras cervicales de las jirafas están unidas por rótulas. Son el tipo de articulaciones que unen su brazo con su hombro y ofrecen un rango de movimiento de 360 grados. Además, la articulación entre el cuello y el cráneo permite a la jirafa extender su cabeza casi completamente perpendicular al suelo.

Descendiendo hasta donde el cuello se une con la espalda, encontramos la segunda característica anatómica importante para la esbeltez de la jirafa. Llamamos a las vértebras de la parte superior de la espalda las vértebras torácicas. En los seres humanos, las vértebras torácicas se unen en la parte central del hueso para proporcionar una mayor estabilidad; y nuestras vértebras cervicales se fusionan en la parte delantera y trasera para obtener una mayor movilidad. La anatomía de la jirafa no sigue esta misma construcción, y sus primeras y segundas vértebras torácicas están unidas del mismo modo que las cervicales, con rótulas. Esta adaptación da a la jirafa un punto más de flexibilidad. También explica la joroba característica de la jirafa.

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Esta parte del cuerpo, altamente flexible pero pesada, es parte integral del movimiento de este desgarbado animal. Si observa una jirafa, se dará cuenta de que el cuello se mueve hacia adelante y hacia atrás con su paso. Esto se debe a que el peso y el movimiento del cuello guían el centro de gravedad de la jirafa. El animal también mueve el cuello de un lado a otro para ayudarse a levantarse sobre sus enjutas patas. Se puede comparar con el movimiento que hacemos con los brazos por encima de la cabeza para levantarnos de la cama por la mañana.

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Manoj Shah/Getty Images

Como otro resultado del largo cuello, la sangre de una jirafa tiene un largo viaje que recorrer. Por ello, la anatomía de una jirafa es bastante sorprendente. El animal tiene un sistema cardiovascular especializado que mantiene la sangre moviéndose adecuadamente hacia el cerebro y el corazón cuando mueve el cuello y la cabeza, lo que garantiza que agacharse para tomar un sorbo de agua no causará una descarga de cabeza posiblemente letal . Los vasos sanguíneos de las jirafas están equipados con válvulas que impiden que la sangre retroceda debido a la gravedad. También tienen una mayor concentración de glóbulos rojos, un corazón más grande y una piel más tensa, especialmente alrededor de las patas, que ayudan a que la sangre circule mejor.

Para que todo funcione bien, la jirafa también respira a un ritmo relativamente lento. Sus pulmones agrandados compensan la gran longitud de la tráquea, ya que el aire viaja por esa larga autopista del cuello.

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