¿Cómo murió Han Solo en Star Wars Episodio VII: El Despertar de la Fuerza?
El público se emocionó cuando Harrison Ford retomó su papel de Han Solo, el personaje favorito de los fans, para El Despertar de la Fuerza. Sin embargo, al final de la película, esa emoción se convirtió en conmoción y tristeza cuando Han pereció de forma trágica. Sin embargo, ¿cómo acabó el contrabandista favorito de todos con un corazón de oro?
Han murió al enfrentarse a su hijo en la Base Starkiller. Él y Leia habían discutido sobre si su hijo podría ser traído de vuelta del Lado Oscuro, con Leia creyendo que Han podría traerlo de vuelta a la luz.
Cuando Han se enfrentó a él, Kylo Ren insistió en que ya no era Ben Solo y que había destruido esa parte de él. Han fue categórico al decir que nunca había renunciado a su hijo y que quería que volviera a casa. Kylo Ren habló de estar emocionalmente destrozado, de querer liberarse del dolor que llevaba dentro y suplicó la ayuda de su padre.
Kylo tiró su máscara al suelo y comenzó a entregar su sable láser. Pero en el proceso de entrega de su sable láser, lo activó y clavó el sable láser en el pecho de su padre, matándolo. Han tocó el rostro de su hijo por última vez antes de que su cuerpo cayera en las profundidades de la Base Starkiller.
Han murió a manos de su hijo después de haberle tendido los brazos abiertos, lo cual ya era trágico y se hizo aún más desgarrador cuando Chewbacca, Rey y Finn lo presenciaron. Leia también sintió esta devastadora pérdida a través de la Fuerza.
A pesar de su muerte, Han Solo regresó en El ascenso de Skywalker. No regresó como un fantasma de la Fuerza, sino como un recuerdo conjurado por Kylo Ren en uno de sus momentos más bajos.
El diálogo y sus interacciones en esta escena reflejaron la escena de la muerte de Han en The Force Awakens, solo que esta vez Ben Solo tomó la decisión correcta. Esta escena demostró lo mucho que le había atormentado matar a su padre y se convirtió en un paso crucial en la redención de Ben Solo.
Las escenas de Han con su hijo seguirán siendo para siempre algunos de los momentos más emotivos e importantes de la saga Skywalker.