Se pueden utilizar diversas técnicas para expresar muchos más temas.
LeitwortstilEditar
Leitwortstil, que significa «estilo de palabras principales» en alemán, es la repetición de una frase, a menudo con un tema, en una narrativa para asegurarse de que capta la atención del lector. Un ejemplo de leitwortstil es la frase recurrente «Así va» en la novela de Kurt Vonnegut Matadero-Cinco. Su mensaje aparente es que el mundo es determinista: que las cosas sólo podrían haber ocurrido de una manera, y que el futuro ya está predeterminado. Pero dado el tono antibélico del relato, el mensaje quizá sea el contrario, que las cosas podrían haber sido diferentes. Su uso en Las mil y una noches de Scheherezade demuestra cómo la técnica puede dar lugar a la unificación de los miembros constitutivos de los ciclos de la historia. En la Biblia, varias formas del verbo «ver» también se repiten y subrayan la idea de Abraham como vidente. También está el uso repetido de la raíz kbd en Samuel I, para indicar «peso, honor, gloria».
En los estudios del Nuevo Testamento, un leitwortstil se denomina hilo verbal. David Rhoads, Joanna Dewey y Donald Michie identifican varios hilos verbales en su seminal estudio narrativo-crítico del Evangelio de Marcos. Por ejemplo, Marcos une dos relatos dispares con un hilo verbal que obliga al lector a buscar conexiones entre los relatos. La palabra para rasgar o desgarrar (griego: σχίζω, schizō) se encuentra en el bautismo de Jesús en Marcos 1:10 y en el desgarro del velo del templo en Marcos 15:38.
Patrones temáticosEditar
Patrones temáticos significa la inserción de un motivo recurrente en una narración. Por ejemplo, varias escenas de la obra de John Steinbeck De ratones y hombres tratan sobre la soledad. El patrón temático es evidente en Las mil y una noches, siendo un ejemplo la historia de «La ciudad de bronce». Según David Pinault, el tema principal de este cuento, en el que un grupo de viajeros recorre el desierto en busca de antiguos objetos de latón, es que «las riquezas y la pompa nos alejan de Dios». La narración se interrumpe varias veces con historias dentro de la historia. Entre ellas, una historia registrada en una inscripción encontrada en el palacio de Kush ibh Shaddad; una historia contada por un prisionero sobre Salomón; y un episodio relacionado con el cadáver de la reina Tadmur. Según Pinault, «cada uno de estos relatos menores presenta a un personaje que confiesa que una vez disfrutó con orgullo de la prosperidad mundana: posteriormente, nos enteramos de que el personaje en cuestión ha sido abatido por Dios… Estos relatos menores acaban reforzando el tema del relato principal».