Hipotermia en perros
La hipotermia es una condición médica que se caracteriza por una temperatura corporal anormalmente baja. Tiene tres fases: leve, moderada y grave. La hipotermia leve se clasifica como una temperatura corporal de 90 – 99 °F (o 32 – 35 °C), la hipotermia moderada a 82 – 90 °F (28 – 32 °C), y la hipotermia grave es cualquier temperatura inferior a 82 °F (28 °C). La hipotermia se produce cuando el cuerpo de un animal ya no es capaz de mantener la temperatura normal, lo que provoca una depresión del sistema nervioso central (SNC). También puede afectar al corazón y al flujo sanguíneo (cardiovascular), a la respiración (respiratorio) y al sistema inmunitario. Puede producirse un ritmo cardíaco irregular, problemas para respirar y una alteración de la conciencia hasta el punto de llegar al coma.
Síntomas y tipos
Los síntomas de la hipotermia varían según el nivel de gravedad. La hipotermia leve es evidente a través de la debilidad, los escalofríos y la falta de alerta mental. La hipotermia moderada revela características como rigidez muscular, presión arterial baja, estado de estupor y respiración superficial y lenta. Las características de la hipotermia grave son las pupilas fijas y dilatadas, los latidos del corazón inaudibles, la dificultad para respirar y el coma.
Causas
La hipotermia suele producirse en temperaturas frías, aunque los recién nacidos pueden sufrir hipotermia en temperaturas ambientales normales. Las razas más pequeñas y los animales muy jóvenes, más propensos a la pérdida rápida de calor corporal en la superficie, corren un mayor riesgo, al igual que las mascotas viejas (geriátricas). Los animales anestesiados también corren mayor riesgo.
Otros factores que pueden aumentar el riesgo son las enfermedades del hipotálamo, la parte del cerebro que regula el apetito y la temperatura corporal, y el hipotiroidismo, una enfermedad caracterizada por niveles bajos de hormona tiroidea en el organismo.
Diagnóstico
Si se sospecha de hipotermia, se medirá la temperatura corporal de su perro con un termómetro o, en casos graves, con una sonda rectal o esofágica. También se comprobarán las irregularidades en la respiración y los latidos del corazón. Un electrocardiograma (ECG), que registra la actividad eléctrica del corazón, puede determinar el estado cardiovascular de su perro.
Un análisis de orina y de sangre se utilizan habitualmente para diagnosticar causas alternativas de la temperatura corporal inferior a la normal y de la falta de respuesta. Estas pruebas pueden revelar un nivel bajo de azúcar en la sangre (hipoglucemia), trastornos metabólicos, enfermedades primarias del corazón (cardíacas), o anestésicos o sedantes en el sistema de su perro.
Tratamiento
Los animales hipotérmicos son tratados activamente hasta que se alcance una temperatura corporal normal. Se debe minimizar el movimiento para evitar una mayor pérdida de calor y un latido irregular potencialmente mortal (arritmia cardíaca) mientras se calienta al paciente. Durante el recalentamiento, cabe esperar un descenso inicial de la temperatura corporal, ya que se produce un contacto entre la sangre más caliente del «núcleo» y la superficie corporal fría.
La hipotermia leve puede tratarse de forma pasiva, con aislamiento térmico y mantas para evitar una mayor pérdida de calor, mientras que la hipotermia moderada requiere un recalentamiento externo activo. Esto incluye el uso de fuentes de calor externas, como calor radiante o almohadillas térmicas, que pueden aplicarse al torso del perro para calentar su «núcleo». Debe colocarse una capa protectora entre la piel del perro y la fuente de calor para evitar quemaduras. En caso de hipotermia grave, será necesario un calentamiento invasivo del núcleo, como la administración de enemas de agua caliente y fluidos intravenosos (IV) calientes.
Otros tratamientos esenciales, especialmente para la hipotermia grave, incluyen ayudas respiratorias, como el oxígeno, que puede administrarse con una máscara facial, y fluidos IV para el soporte del volumen sanguíneo. Cualquier líquido debe calentarse primero, para evitar una mayor pérdida de calor.
Vida y manejo
Durante todo el tratamiento, se debe monitorizar la temperatura corporal, la presión arterial y los latidos del corazón del paciente. También es importante comprobar si hay congelación, otro riesgo que puede desarrollarse en temperaturas frías.
Prevención
La hipotermia puede prevenirse evitando la exposición prolongada a temperaturas frías. Esto es especialmente importante para los perros que se consideran de riesgo. Los factores que aumentan el riesgo de hipotermia de un animal incluyen la edad muy joven o avanzada, la grasa corporal baja, la enfermedad hipotalámica o el hipotiroidismo, y la anestesia y la cirugía previas.
Los perros enfermos o recién nacidos con un nivel bajo de azúcar en sangre (hipoglucemia) corren el riesgo de sufrir hipotermia incluso en entornos normales. Puede ser necesario un cuidado a largo plazo, como la incubación para mantener la temperatura corporal estable. La prevención de la hipotermia en animales anestesiados requiere mantener al animal caliente con mantas y controlar su temperatura corporal después de la cirugía.