Así que, estaba bastante deprimida. Me he enamorado de un chico increíble, pero debido a algunos problemas que no pude manejar, rompimos. BASTANTE MAL. Me quedé destrozada y me esforcé mucho por seguir con él después, pero él no quiso tener NADA que ver conmigo en los meses siguientes. Estaba tan dolida y tan molesta que no sabía qué hacer.
Cuando leí por primera vez El Secreto, no creí que pudiera funcionar en mi caso. Mucha gente decía que no valía la pena y que siguiera adelante. Pero yo sabía en mi corazón que estaba destinado a ser. Estudié El Secreto y leí otros libros de los que hablaba El Secreto. En particular, El Sistema de la Llave Maestra de Charles Haanel. Intenté, intenté creer, pero no pude. Sólo podía pensar en las cosas malas que habían sucedido y que habían aumentado después de nuestra relación.
Cuando finalmente me dijo que quería que lo dejara en paz para siempre, encontré consuelo en la iglesia. Hacía meses que no iba a la iglesia, pero sabía que tenía que ir a ella. Encontré la fe. Había dejado de lado El Secreto (lo llevaba en el bolso, pero pensé que no tenía remedio), y un día estaba en la iglesia y no paraba de rezar a Dios para que estuviera allí conmigo. Recé y recé porque quería mucho a mi ex novio. Recé y ayuné y de repente me quedé dormida. De repente, me desperté. Fue como si algo me empujara y fui a mi bolso. Saqué El Secreto y, de repente, me di cuenta. Me centré sólo en la felicidad que me proporcionaba mi ex, y de repente las cosas ya no parecían tan imposibles. Recé y aprendí sobre el Poder de la Oración. Sabía que Dios quería que fuera feliz. ¿Por qué, si no, me vería obligada a abrir de nuevo El Secreto? Especialmente cuando parecía tan increíblemente desesperado?
Unas semanas después de escribir en mi diario que volvíamos a ser pareja, lo agradecida que estaba de tenerlo en mi vida, de escribir todas las maravillosas cualidades que me gustaban de él, y lo feliz que me hacía sentir…
ME LLAMÓ.
Estaba tan metida en ello -tan metida en soñar con nuestro futuro juntos, tan metida en tener una familia juntos, tan metida en la boda que habíamos planeado una noche, que ni siquiera me di cuenta de que me había llamado. Llamó y quiso darle otra oportunidad a nuestra relación. Me dijo que lamentaba haberme hecho daño, y que me echaba de menos y que yo era la única persona en el mundo para él.
Así que, a lo que parecía un caso COMPLETAMENTE perdido, estamos juntos una vez más, y uso el Secreto para que nuestra relación funcione.
¡GRACIAS!