Las lagartijas llevan el término lucha o huida a un nivel completamente nuevo. Cuando son empujados por los depredadores, los lagartos se desprenden de su cola como respuesta. Esta autoamputación se denomina autotomía.
La cola cortada sigue contoneándose durante unos 30 minutos. Sigue un elaborado movimiento repetitivo y diverso. Que incluye volteretas de hasta 3 cm de altura. Esto distrae al depredador permitiendo al lagarto escapar.
Investigadores de la Universidad de Aarhus han encontrado lo que permite a los lagartos desprenderse de su cola con facilidad. Han estudiado el mecanismo de autotomía de la cola en el lagarto nocturno Tokay gecko. Se produce en planos de fractura horizontales preformados o áreas de debilidad.
La cola se fractura o se divide dentro de la vértebra en esta zona. Los lagartos ayudan al proceso contrayendo los músculos alrededor de los planos de la fractura. La contracción de los músculos hace que la cola se desprenda a lo largo de la línea de debilidad.
Algunas especies de lagartos regeneran entonces las colas rotas a lo largo de seis meses a un año. La autotomía también se encuentra entre ciertos gusanos, salamandras y arañas.