Benicio del Toro se ganó el aplauso de la crítica por su papel secundario en «Sicario», de Denis Villeneuve, una interpretación en la que el ganador del Oscar por «Traffic» crea una tensión angustiosa a través de largos silencios y miradas intimidatorias. El personaje del asesino de Del Toro es un hombre de pocas palabras, y resulta que parte de la razón es porque el actor sintió que no necesitaba ningún guión para hacer su trabajo por él. En el podcast «Team Deakins» de esta semana, Roger Deakins y su viejo colaborador y esposa James Deakins revelaron que del Toro solía consultar al director de «Sicario», Denis Villeneuve, sobre la posibilidad de lanzar diálogos que él simplemente podía actuar con su cuerpo.
«Es una película tan fuerte si dejas que la historia se cuente no sólo a través de los actores o lo que sea, sino también del encuadre, porque entonces todo funciona en sincronía», dijo James Deakins. «La película te lo cuenta, pero no parece que te estén hablando. Cuando trabajamos en ‘Sicario’, trabajamos con Benicio del Toro, que es un gran actor, y se acercaba a Denis a menudo y le decía: ‘Sabes qué, hay una página entera de diálogo y no creo que lo necesite porque creo que puedo decirlo en mi cara’. Y podía, pero nunca habíamos escuchado a un actor decir eso antes, ‘Quita el diálogo'»
A Roger y James Deakins se les unieron en el episodio del podcast Paul Dano y Zoe Kazan. Dano comparte con los Deakins una historia de trabajo con Villeneuve. El actor desempeñó un papel crucial en «Prisioneros», que Deakins rodó para Villeneuve. Dano dijo que la principal razón por la que firmó para protagonizar «Prisioneros» es porque Roger Deakins estaba vinculado al proyecto como director de fotografía. Dano también trabajó con del Toro en la serie de Showtime «Escape at Dannemora» y se inspiró en cómo el actor confiaba en sus instintos actorales por encima de los diálogos.
Popular en IndieWire
«Trabajé con Benicio del Toro y eso también me asombró», dijo Dano. «Fue una verdadera lección para mí también en cierto modo. Creo que tenía 34 años por aquel entonces. Ya había trabajado lo suficiente para poder confiar un poco más en mí mismo. Prefiero trabajar una escena hasta que esté muerta y ensangrentada en el suelo. Te aseguras de que sólo estás ahí una vez y lo haces de una puta vez. Me gusta hacer tomas. Al ver a Benicio ir, ‘No, tuve un pensamiento y creo que tienes eso’. Yo estaba como, ‘Él está confiando en el trabajo. Tuvo el pensamiento y sabe que pasó por su cuerpo y sus ojos y confía en que la cámara lo captó. Nunca había visto ni oído eso antes».
Haga clic aquí para escuchar la aparición completa de Dano en el podcast «Team Deakins» de esta semana.