La mayoría de los consumidores desconocen la exposición a mohos tóxicos infestados en sus hogares, oficinas o colegios. Pero la mayoría de las veces, estos microorganismos son difíciles de detectar porque su desarrollo no es visible macroscópicamente y su detección requiere un análisis micológico específico.
Desgraciadamente, algunos tipos de moho pueden causar daños a los seres humanos y a los animales, y su toxicidad no se limita a su multiplicación, de hecho, también son tóxicos de forma indirecta a través de las micotoxinas que producen.
Desgraciadamente, a menudo infravalorado por los propietarios de viviendas, el daño que causan estas micotoxinas en el cuerpo humano es diverso y puede ir desde la intoxicación aguda hasta la fatiga crónica. También pueden causar reacciones alérgicas o una mayor predisposición a ciertos cánceres.
Entonces, ¿qué son estas micotoxinas? Cuáles son sus tipos y cómo dañan nuestra salud? Cómo podemos detectarlas? Y sobre todo, ¿cómo podemos protegernos de ellas?
Tipos de micotoxinas
Las micotoxinas son producidas por algo más de 360 especies de moho, en su mayoría pertenecientes al tipo de Aspergillus Flavus, Fusarium y Penicillium. El producto de las micotoxinas se produce rápidamente y no tarda en propagarse. Tienen un bajo peso molecular y suelen ser termoestables en medio no acuoso, por lo que son difíciles de degradar. En la mayoría de los casos, pueden sobrevivir en los alimentos incluso después de la eliminación del moho.
Hay varios cientos de tipos de micotoxinas, pero las más dañinas con efectos tóxicos para nuestra salud son las Aflatoxinas, la Ocratoxina A, la Patulina, las Fumonisinas, la Zearalenona y el Nivalenol. Aparecen en la cadena alimentaria debido a la contaminación de los cultivos por los mohos, estas toxinas también pueden contaminar al ser humano por vía aérea. Aunque son conocidas sobre todo por sus efectos nocivos a largo plazo, como la inmunodeficiencia o el cáncer, las micotoxinas también pueden exponer a complicaciones inmediatas como la intoxicación aguda.
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¿Dónde se encuentran las micotoxinas?
Según la Organización Mundial de la Salud, las micotoxinas son compuestos tóxicos producidos naturalmente por ciertos tipos de moho (hongos). Crecen en el suelo o en las paredes en un ambiente húmedo y confinado o en algunos alimentos. ¡El crecimiento del moho puede producirse antes o después de la cosecha, durante el almacenamiento, sobre o dentro de los propios alimentos, a menudo en un entorno cálido, húmedo y mojado.
Pruebas y detección
La exposición a las micotoxinas es un problema grave que muchas personas no se dan cuenta de que afecta a su salud hasta que es demasiado tarde!
Si encuentra un crecimiento de moho o sospecha que puede tener micotoxinas en su cuerpo es importante hacerse pruebas y comenzar el tratamiento lo antes posible.
La intoxicación por micotoxinas y la enfermedad tienen un aspecto diferente en cada persona y se parecen a otras condiciones como el síndrome de fatiga crónica.
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