El cloruro de benzalconio (BAC), un desinfectante, y el trietilenglicol (TEG), un disolvente orgánico/desinfectante, se combinan frecuentemente en los aerosoles domésticos disponibles en el mercado. Para evaluar el efecto respiratorio de esta combinación, se expuso a ratas Sprague-Dawley a un aerosol que contenía BAC (0,5%, p/v) y TEG (10%, p/v) durante un máximo de 2 semanas en una cámara de inhalación de cuerpo entero. El BAC (4,1-4,5 mg/m3, pulverizado a partir de una solución al 0,5%) fomentó el daño celular pulmonar y la inflamación, tal y como se desprende del aumento de la proteína total, la deshidrogenasa láctica, los leucocitos polimorfonucleares y la proteína inflamatoria de macrófagos-2 en el líquido de lavado broncoalveolar, mientras que el TEG (85,3-94,5 mg/m3, pulverizado a partir de una solución al 10%) no afectó al pulmón. Las ratas expuestas a la mezcla de BAC/TEG durante 2 semanas mostraron síntomas respiratorios graves (estornudos, sibilancias, falta de aire y opresión en el pecho), pero no se observó ningún daño o inflamación pulmonar. Sin embargo, se observó una importante ulceración y necrosis degenerativa en las cavidades nasales de las ratas expuestas repetidamente a la mezcla BAC/TEG. La mediana de los diámetros aerodinámicos de los aerosoles acuosos, BAC, TEG y BAC/TEG fue de 1,24, 1,27, 3,11 y 3,24 μm, respectivamente, lo que indica que los aerosoles que contienen TEG tienen partículas más grandes que las de los aerosoles acuosos y BAC solos. Estos resultados sugieren que los efectos tóxicos de los aerosoles de BAC y BAC/TEG en los diferentes órganos respiratorios pueden estar asociados a la diferencia en el diámetro de las partículas, ya que el tamaño de las partículas es importante para determinar el lugar de deposición de los materiales inhalados.