Edward Thorndike (Biografía del psicólogo)

Thorndike no estaba de acuerdo con la noción de un factor general de inteligencia y propuso en su lugar una teoría multifactorial de la inteligencia. Según esta teoría, la inteligencia es un compuesto de varias capacidades diferentes que son independientes entre sí. Cualquier tarea mental implica el trabajo conjunto de varias de estas capacidades. Thorndike también argumentó que cualquier intercorrelación observada entre las diferentes subpruebas de un test de inteligencia no se debe a un factor común subyacente, sino que se produce porque algunas capacidades son comunes a diferentes tareas intelectuales.

Thorndike sugirió además que se pueden distinguir tres categorías principales de capacidad intelectual:

  • Inteligencia abstracta – la capacidad de pensar utilizando palabras, conceptos y otros símbolos
  • Inteligencia mecánica – la capacidad de manipular objetos físicos y herramientas
  • Inteligencia social – la capacidad de comunicarse bien con los demás y de manejar eficazmente las interacciones sociales
  • Thorndike desarrolló un test de inteligencia conocido como el CAVD Intellect, siendo CAVD un acrónimo de las cuatro subpruebas de finalización, razonamiento aritmético, vocabulario y direcciones. Las cuatro subpruebas fueron diseñadas para medir diferentes habilidades involucradas en la inteligencia abstracta.

    Influencia de Thorndike en la psicología educativa

    Thorndike aplicó los principios descubiertos en sus estudios con animales al aprendizaje humano y a la práctica de la educación. La ley del efecto, que subraya la importancia del refuerzo, se convirtió en uno de los principios más importantes de la educación y se sigue confiando en ella hoy en día.

    Thorndike desafió la doctrina de la «disciplina formal (o mental)» que era popular en la educación a principios del siglo XX. Según este punto de vista, el estudio de materias difíciles como el latín, el griego y la geometría era importante porque entrenaba la mente y mejoraba el funcionamiento mental general. La mente se consideraba un poco como un músculo y se suponía que las asignaturas difíciles fortalecían las facultades mentales del mismo modo que los pesos más pesados fortalecían los músculos. Se suponía que el entrenamiento en estos temas difíciles se transferiría a otras áreas, mejorando el aprendizaje en esas áreas también.

    La investigación de Thorndike cuestionó estas afirmaciones de transferencia general y le llevó a proponer en su lugar una teoría de transferencia basada en elementos comunes. Según Thorndike, el aprendizaje de un tipo de tarea sólo mejorará el rendimiento en otra tarea en la medida en que ambas tareas contengan elementos comunes. La idea era que la transferencia era específica y no general. Basándose en este punto de vista, Thorndike sugirió que las decisiones sobre qué materias incluir en un plan de estudios deberían basarse en su valor intrínseco y práctico y no en suposiciones sobre el valor de la transferencia.

    Torndike también hizo hincapié en la importancia de la medición y las pruebas en la educación. Creía firmemente que «si algo existe, existe en alguna cantidad» y, por tanto, puede medirse. Aunque ya se utilizaban pruebas estandarizadas de rendimiento en las escuelas, Thorndike desarrolló varias propias, incluyendo pruebas de habilidad lectora, uso del inglés y ortografía, así como pruebas de acceso a la universidad. También fomentó la consideración de las diferencias individuales a la hora de enseñar.

    Thorndike fue uno de los primeros investigadores en aplicar los principios psicológicos y las investigaciones empíricas al campo de la educación. Debido a su importante influencia temprana, a veces se le ha calificado como el fundador de la psicología educativa moderna. Escribió el primer libro sobre psicología de la educación y desarrolló el primer curso universitario sobre medición educativa.

    Aplicaciones de la teoría de Thorndike

    Los principios básicos de la teoría del aprendizaje de Thorndike pueden aplicarse, y se han aplicado, a la práctica de la educación de varias maneras. Su principio de aprendizaje más destacado, la ley del efecto, muestra la importancia de hacer que las experiencias de aprendizaje sean agradables para los estudiantes, ya que es más probable que quieran repetir las experiencias que les resulten satisfactorias. Los profesores pueden hacer esto, por ejemplo, dando elogios verbales, ofreciendo recompensas tangibles, como estrellas de oro, y creando oportunidades de éxito. La ley del ejercicio destaca el beneficio de los simulacros, los repasos, los exámenes, la práctica continua y la repetición en la enseñanza de ciertos temas.

    La ley de la preparación alerta a los profesores sobre la importancia de trabajar con el nivel de preparación y motivación del alumno cuando se introducen nuevos conceptos. Si el alumno no está «preparado» para una determinada experiencia de aprendizaje (es decir, no tiene los conocimientos y habilidades necesarios), podría acabar frustrándolo. Si eso ocurre, los esfuerzos del profesor pueden resultar inútiles y el alumno puede perder el interés por aprender.

    La teoría de la inteligencia de Thorndike, aunque no es la más popular hoy en día, sigue teniendo valor práctico por su sugerencia de que las personas poseen diferentes formas de capacidad intelectual. Tradicionalmente, las escuelas han hecho hincapié en el tipo de habilidades que implica lo que Thorndike denominó inteligencia abstracta (por ejemplo, habilidades de lectura y matemáticas). Sin embargo, su teoría multifactorial sugiere que los profesores y los padres deberían tener una visión mucho más amplia de la inteligencia, ya que los estudiantes que no destacan en estas áreas pueden tener un rendimiento excepcional en otras, como el arte, la danza, la música, los deportes y las habilidades sociales.También sugiere la importancia de utilizar una variedad de estrategias de enseñanza para atender a las diferentes fortalezas intelectuales de los alumnos.

    Una forma en que los profesores pueden identificar las fortalezas y debilidades intelectuales de sus estudiantes es a través de pruebas estandarizadas, que Thorndike recomendaba encarecidamente. Estas pruebas también pueden resultar beneficiosas en el ámbito laboral, ya que permiten a los empleadores seleccionar y asignar a los empleados a los trabajos que mejor se ajustan a su patrón de capacidades intelectuales.

    Críticas a la teoría de Thorndike

    A continuación se exponen algunas de las principales críticas vertidas contra la teoría de Thorndike:

    La teoría conductista del aprendizaje de Thorndike se centra principalmente en los vínculos observables entre estímulo y respuesta, desestimando los acontecimientos cognitivos (por ejemplo, pensamientos, planes e intenciones) que influyen en estas conexiones. Por ello, su enfoque del aprendizaje se ha calificado de mecánico.

    La afirmación de Thorndike de que todo aprendizaje implica la creación de vínculos S-R es incompleta. Los estudios realizados por otros investigadores sugieren que los organismos aprenden también de otras maneras, por ejemplo, creando mapas mentales y formando hipótesis.

    Mucha de la investigación de Thorndike implicaba el uso de animales. Esto plantea dudas sobre la generalización de sus resultados a los seres humanos, cuyos procesos intelectuales difieren en muchos aspectos de los de los animales inferiores.

    Thorndike propuso una teoría de la transferencia basada en elementos idénticos, pero no definió claramente qué constituye un «elemento idéntico.» Investigadores posteriores también encontraron evidencias que sugieren que una medida de transferencia general ocurre bajo algunas condiciones.

    Los libros, premios y logros de Edward Thorndike

    Thorndike fue autor de varios libros a lo largo de su carrera. Algunas de sus obras son:

    • Psicología educativa, 1903
    • Introducción a la teoría de las medidas mentales y sociales, 1904
    • Los elementos de la psicología, 1905
    • Inteligencia animal, 1911
    • Psicología de la educación, 1913
    • El libro de palabras del profesor, 1921
    • La psicología de la aritmética, 1922
    • La medición de la inteligencia, 1927
    • El aprendizaje humano, 1931
    • Un libro de palabras para el profesor de las veinte mil palabras que se encuentran con más frecuencia y amplitud en la lectura general para niños y jóvenes, 1932
    • Los fundamentos del aprendizaje, 1932
    • La psicología de los deseos, los intereses y las actitudes, 1935
    • The Teacher’s Word Book of 30,000 Words, 1944
    • Thorndike recibió títulos honoríficos de la Universidad de Iowa (1923), la Universidad de Chicago (1932), la Universidad de Edimburgo (1936) y la Universidad de Atenas (1937). Algunos de estos otros premios y logros incluyen:

      • Elegido presidente de la Asociación Americana de Psicología, 1912
      • Fellow de la Asociación Americana de Estadística, 1917
      • Ingresado en la Academia Nacional de Ciencias, 1917
      • Miembro del Consejo de la Psychological Corporation, 1921
      • Elegido Presidente de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, 1934

      Vida personal

      Edward Thordike se casó con Elizabeth Mouton el 29 de agosto de 1900. En ese momento, él tenía 26 años. La pareja tuvo cuatro hijos juntos. Los nombres de sus hijos fueron Elizabeth, Edward, Robert y Alan.

      Thorndike se implicó mucho en la enseñanza de sus hijos desde pequeños y en la supervisión de sus tareas. Así que no es de extrañar que los hijos de Thorndike continuaran la tradición familiar de brillantez escolar. Los cuatro hijos acabaron obteniendo títulos de doctorado: Elizabeth en matemáticas, Robert en psicología, y Edward y Alan en física. Elizabeth, la mayor, enseñó matemáticas en el Vassar College, Edward se convirtió en profesor de física en el Queens College, Robert se convirtió en psicólogo educativo y psicometrista en el Teachers College de la Universidad de Columbia, y Alan enseñó física en la Universidad de Washington.

      La vida de Horndike se centró en su trabajo y su familia. Su hijo, Robert, lo describió como «una persona amable y retraída que evitaba la contención y el conflicto y que consideraba que la controversia era improductiva.» Edward Thorndike falleció el 9 de agosto de 1949 -a pocos días de cumplir 75 años-. Una de sus nietas, que tenía nueve años en ese momento, lo recuerda pasando «la mayor parte del tiempo en su estudio con los pies sobre el escritorio y un cigarrillo en la boca, pero siempre dispuesto a soplar anillos de humo para entretenerla o a hacerle un sombrero o barcos de papel de periódico»

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